lunes, 26 de mayo de 2008

Me atropellan los lunes que no queman




Me atropellan los
lunes que no queman.

Me atropellan las prisas y
me atropellan las gotas de agua que
escupe cada mañana la alcochofa
de mi ducha.
Los frutos líquidos de la alcachofa
me siembran la cabeza de humedad no verde.
Joder, me atropella lo no verde.

Me atropella el silbido histérico
de la cafetera que quema que quema.
A que me quemo.
Me atropella el calor del café
bajando por mi garganta.
A que me quemo.

Me quema el día por delante,
la gente por delante,
de qué manera me atropella la
gente que quema que quema.

Me lleva por delante la vida,
qué atropello de vida,
cómo quema la vida que quemo.
Atropellados los días, que me atropellan. Que no queman.

Mañana, ya, martes.