lunes, 24 de septiembre de 2007

Corazón de tres lados


Foto de Geisa Cruvinel

Voy trazando hipotenusas hacia tu corazón.
A tu corazón iré siempre por los caminos más cortos
pero por los lados más raros.

Robado a Ernesto Pitis sin autorización previa

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Cosas pequeñas que a todos nos pasan a peces


Imágen del último disco de Fito y Fitipaldis

Confundir las palabras al tropezarnos con pensamientos/relámpago de esos que llegan sin avisar.

Yo ahora mismo estaba pensando en una camiseta de peces que tuve hace muchos, muchos años. Me la puse pocas veces.

jueves, 30 de agosto de 2007

martes, 28 de agosto de 2007

Ese día ...


Cartel de mi vida sin mí, de Isabel Coixet

El día que deje de vivir
espero al menos que sea
porque me haya muerto.

martes, 21 de agosto de 2007

Cada uno en su lado


Foto de oico

Un centímetro y medio me separa del borde de la cama. Al otro extremo tú, tu centímetro y medio, y tu borde de la cama. Entre los dos una maraña de centímetros, un ejército de puentes que se ofrecen, se destruyen, nacen de repente, se esfuman. Yo cruzo si tú cruzas, te repito desde lejos, desde un poco antes del sueño; pero tú duermes acurrucada en ese olor nuestro que lo envuelve todo. Si tú cruzas yo cruzo; pero no se hicieron los puentes para aquellos que tienen alas. Yo de este lado de la cama, del puente, del mundo. Tú del otro extremo. Cada uno en su lado.

jueves, 9 de agosto de 2007

Escaloneo grácil o el embobao de la oficina


M.C. Escher. Relatividad, 1953, litografia.

Son sólo dos pisos, escasos 10 metros. Mi dedo índice pulsa el botón del ascensor mientras mis piernas ya han decidido que subirán las escaleras. No puedo oponerme así que no ofrezco resistencia, me congratulo con su decisión y me dispongo a hacer el trayecto lo más inolvidable posible.

Los dos primeros escalones de un salto. Siempre es igual, soy todo entusiasmo a la hora de emprender un reto.

El resto del tramo a paso vivo, casi corriendo, meneando el culo ostensiblemente; ¡qué pasa!, me encanta mi culo.

Descanso en el descansillo; que para eso está. Me paro, sonrío, estoy como una moto, como una regadera, como una cabra. Me regocijo en mi estúpida felicidad y continúo la ascensión. Hay que joderse, qué forma de subir, qué animosidad, escaloneo grácil lo llamarán los que acuñan términos, los que ponen nombres a las cosas, los "nombradores" y "acuñadores" de mi egocentrismo tan bien entrenado.

Entre que me lío en las ramificaciones de mi imaginación inútil y que sigo, pasito a pasito, acometiendo escalones, ya casi diviso mi meta. Reconozco que a estas alturas - de escalera, de reto, ¡de mi vida, qué sé yo! - mi ilusión por concluir esta meritoria hazaña ha bajado bastantes enteros. Qué cosas, yo que subo, mi ilusión que baja; me detengo a falta de escasos metros a pensar sobre esta tontería.

Antes de poder preparar el dircurso de glorioso héroe que acomete cuanto se propone, me descubro arriba, arriba del todo. Ya está, acabado, finito, mi gran reto. Voy rápido a sentarme en mi sitio, que parezco bobo, con la de cosas que tengo que hacer.

Felizmente cutres




"¿Entramos al OpenCor a leer revistas?"

No sé por qué me dió por ahí pero el caso es que César me dijo que sí. Total, era eso o volver a la oficina. Y qué fresquito y qué poca gente y .. coño, qué caro todo. Pero bueno, más caros les salimos nosotros a ellos que les robamos los soplos acondicionados de aire; nos llevamos impresas en la retina las letras impresas de las revistas, las de deportes, las de decoración, las de cotilleo y las semi/guarras, que revistas guarras esta gente no puede permitirse.

En un instante nos vemos rodeados por el primer batallón del ejército acorazado de hombres entrajetados. No son hostiles, ellos también se irán de la tienda sin comprar nada. Nos unimos todos en la lectura gratuita, en las fotos a todo color, en la cutrez del momento de abandonar una revista a su suerte (ya las colocarán "otros") y pasear nuestra mirada despistada por el resto de prensa, noticias frescas y bien alineadas en sus estantes.

Finalmente, con gesto de aburrimiento, abandonamos nuestro entretenido quehacer. Nuestro cutre pasatiempo. Abandonamos el local. Felizmente cutres.

lunes, 30 de julio de 2007

Literatuya



Hoy he abierto un libro y comenzó a leerme ... Cuando por fín se aburrió, el muy cabrón me dobló una esquinita de la oreja para saber después dónde se había quedado. La verdad es que no me importa que me use y me sobe; sólo me inquieta una cosa ...., ¿le gustaré?

Robado a Ernesto Pitis sin autorización previa

Mi botella de agua de 50 cl




Hoy conseguí meter el mar en mi botella de agua. Si la agito, hago olas y si bebo de ella, me salo.

Robado a Ernesto Pitis sin autorización previa

Amanece por el lado que no es



Y recibes al día desperezándote, estirando todo tu cuerpo, tus brazos y piernas, como si quisieras abandonar la cama por el cabecero, por el lado que no es.

Devolverte a la vida atravesando la pared, tergiversando una realidad que aun no aparece clara, que aparenta seguir durmiendo a pesar de tus aspavientos, esfuerzos por levantarte, mientras te susurra entre las sábanas de nubes "sólo un poquito más, déjame un poquito más".