lunes, 4 de febrero de 2008

Quién te dice a ti que el mundo no se acabará cuando yo me muera



Nadie. Eso sí, resulta bastante pretencioso insinuar siquiera la cuestión. Yo siempre he sido algo pedante, para qué negarlo a estas alturas. Qué coño, yo siempre he sido muy pedante, un pedante hijo de puta. Por eso sé que más que alegrarme de que no quede nadie vivo después de mi muerte (que realmente me la pela), lo que me llena de satisfacción es la idea de ser el primero del mundo en morirme. El primero del resto del mundo. Yo primero pero todos los demás inmediatamente después. De eso, actualmente, no creo que pueda presumir nadie.

Pero claro, los muertos no presumen por muy pedantes que sean o pretendan ser.

Robado a Ernesto Pitis sin autorización previa

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué post tan negativo. Deberías relajarte un poco y tomarte la vida como algo más alegre.

Puede que cuando tú mueras los demás sigamos aquí, y nos gustaría recordarte el tiempo que sigamos vivos como una persona alegre y divertida, vamos, como sueles ser.

Un saludo y anímate.